En el prólogo de Acción e ideología (1983), Martín-Baró describió con bastante exactitud las dificultades y el privilegio del quehacer académico, en un país en guerra como El Salvador. Ahí explicó que esas páginas habían sido "escritas en el calor de los acontecimientos, en medio de un cateo policial al propio hogar, tras el asesinado de algún colega o bajo el impacto físico y moral de la bomba que ha destruido la oficina donde se trabaja. Estas vivencias [...] permiten adentrarse en el mundo de los oprimidos, sentir un poco más de cerca la experiencia de quienes cargan sobre sus espaldas de clase siglos de opresión y hoy intentan emerger a una historia nueva. Hay verdades que sólo desde el sufrimiento o desde la atalaya crítica de las situaciones es posible descubrir"
Hoy en nuentro país, nos corresponde quedarnos quietos?, debemos hacer una denuncia, tal vez no es de forma violenta que debemos denunciar y protestar tantas injusticias, programas sociales como Un techo para mi pais (www.untechoparamipais.org ) en chile y ahora en 14 paises de latinoamerica han denunciado por medio de un voluntariado universitario la desigualdad y la precaria situación de vivienda en latinoamerica debido a la politicas públicas. Martín Baró en la esfera académica, nos ha dado un ejemplo de coraje y de responsabilidad social.
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